jueves, 14 de julio de 2011

rOck UrBaNo

A finales de los años 1950 y principios de los años 1960 surgen en México varios grupos que se dedican a traducir los éxitos del rock and roll estadounidense al español, como Los Teen Tops, Los Reno, Los Hooligans, Los Rebeldes del Rock, Los Crazy Boys, Los Locos del Ritmo (creadores de la por muchos considerada como la primera canción original en música y letra de rock en español, “Yo no soy un rebelde sin causa”) y un sin fin de agrupaciones más que, contagiados por el movimiento que se daba en los Estados Unidos, y también como parte de la cercanía geográfica, abrazaron esta música como símbolo del rompimiento generacional que dividió el México revolucionario del México moderno.
Al igual que en Estados Unidos, en México los grupos de rock and roll pronto se vieron copados por el mercado discográfico, que separó a las voces sobresalientes o a los miembros más carismáticos de aquellos primeros grupos para generar productos comerciales que serían la base del pop que sustituyó al rock and roll. Surgirían así solistas como Enrique Guzmán, César Costa, Angélica María, Johnny Laboriel y otros que imitarían a cantantes estadounidenses como Elvis Presley, Paul Anka, Little Richard y Chuck Berry, así como a los ingleses, Cliff Richard y The Shadows. Muchos de éstos primeros cantantes aún permanecen activos en la farándula mexicana, y aún se refieren a sí mismos como "rocanroleros".
La reacción a este hecho, que llevó al rock and roll a ser un pop suave encaminado al consumo del gran mercado, fue el surgimiento a mediados de los años 60 de varias agrupaciones en ciudades como Guadalajara y Tijuana (tierra de origen del rock chicano, que impulsó a Carlos Santana), con un sonido más áspero, fuera del medio discográfico, que retomaron la vena de rebeldía y que seguían de alguna manera el movimiento de la invasión británica, así como el recrudecimiento que tuvo esta música en sus lugares de origen y que, a la postre, llevarían a transformar el rock and roll en rock. Asimismo, las múltiples manifestaciones sociales de estos años, que se dieron de forma global, se incorporaron al rock: la música de protesta, el movimiento hippie, el movimiento beat, el existencialismo y una juventud que crecía con nuevos patrones. Es en estos años que emergen El Ritual, Tinta Blanca, Peace and Love, Javier Bátiz, Three Souls in my Mind (antecedente de El Tri), Bandido, Los Dug Dug´s, Love Army, La Revolución de Emiliano Zapata, Toncho Pilatos y más.
El 11 de septiembre de 1971 se celebra en México el "Festival Rock y Ruedas Avándaro", que fue una imitación del Festival de Woodstock, realizado en Estados Unidos en 1969. La importancia del festival mexicano radicó en que con él se demostró que la música rock había dejado de ser marginal, amén de que era capaz de convocar a grandes multitudes. Sin embargo, el festival de Avándaro, condenado y satanizado por la prensa en aquél entonces, también marcó el inicio de la intolerancia hacia esta expresión por parte del autoritario gobierno mexicano de esos años. El rock, cantado en inglés pero también en español, tuvo que refugiarse en las zonas pobres de la ciudad, en lugares acondicionados precariamente para realizar conciertos, a veces por única vez, conocidos como “hoyos funky” que despertaban la suspicacia y el temor de nuevas revueltas como la acontecida en la Ciudad de México en el 68.
Pese a esta opresión hubo bandas que dieron continuidad al movimiento: Enigma, Náhuatl, Mr. Loco, La División del Norte, Tequila, 39,4, El Amor y los imprescindibles Three Souls in my Mind, Guillermo Briseño y Los Dug Dug´s. Mención aparte merece la banda Decibel, dirigida por Walter Schmidt y Carlos Robledo, dos personajes que fundaron el movimiento de música experimental y rock progresivo en México, que no conformes con ello darían vida, años más tarde, a otras dos agrupaciones trascendentales: Size (primera banda de punk mexicano y de la new wave) y Casino Shangai (pilar de la música electrónica en México).
Con el arribo de la “década perdida”, los años 1980, el rock mexicano vivió un ligero resurgimiento de la mano de bandas como Chac Mool, La Caja, Mistus, Kerigma y el ya mencionado Size. También tuvo lugar el movimiento rupestre, en el que arreglos musicales sencillos, similares a los del folk estadounidense, pero influidos por ritmos latinoamericanos como huapango, son y danzón, daban un marco efectivo para el desenvolvimiento de letras de factura poética. De hecho, uno de los rasgos más definitorios del movimiento rupestre es la intelectualidad contracultural de sus letras. Algunos de sus representantes fueron Jaime López, Armando Rosas, Carlos Arellano, Rafael Catana, José Cruz, Emilia Almazán, Cecilia Toussaint y el ya fallecido Rodrigo González, quien permanece como una leyenda del rock urbano pese a su muerte en el terremoto de 1985.
El estado de semiclandestinidad sería rebasado por el movimiento de la sociedad mexicana a raíz de los terremotos de septiembre 1985, cuando una nueva generación de roqueros, de un nivel socioeconómico mayor y con mayores contactos logra prender tímidas luces. Tomando como banderas a la new wave y al recién fundado sello Comrock, emergen agrupaciones como Kenny y Los Eléctricos, Ritmo Peligroso, Punto y Aparte, Mask (grupo del aún vigente José Fors), Casino Shangai y Clips, sin dejar de lado a Guillermo Briseño y el Séptimo Aire, Luzbel y a El Tri, banda que Alejandro Lora creó luego de separarse del Three Souls in my Mind. Paralelamente se desarrollaron otras bandas en el Distrito Federal, cuya música se inclina hacia sonidos más ásperos o cuyas letras muestran una fuerte raíz urbana o cierta dosis de sarcasmo, como Botellita de Jerez, Trolebús, Mamá-Z, MCC, Real De Catorce, Las Insólitas Imágenes de Aurora(quien es el antecedente de Caifanes) y Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. En Guadalajara y otros puntos del país se gestaban propuestas como Sombrero Verde (antecedente de Maná).
Esta generación sentó las bases del llamado Rock En Tu Idioma, donde grupos como Caifanes, Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Bon y Los Enemigos del Silencio, Fobia, La Lupita, La Cuca, Ritmo Peligroso, Rostros Ocultos, Las Víctimas del Doctor Cerebro, La Castañeda, Tijuana No! y Cafe Tacuba, siendo esta última la única banda que ha tenido un reconocimiento interncional importante con un estilo musical único en el mundo. También aparecieron bnadas con propuestas alternativas y con poco impacto comercial como Santa Sabina, Radio Carolina, Ninot, Simples Mortales, Juguete Rabioso, Pedro y Las Tortugas, El Personal, Iconoclasta, 38400 Voces, Es-3 y Sangre Asteka, además de que las propuestas más marginales, herederas del período de los hoyos funky, fueron simplemente ignoradas. Hablamos, por ejemplo, del heavy metal de Luzbel, el punk hard core en Tijuana con Solución Mortal y en el D.F. con Atoxxxico y Masacre 68; o el blues urbano de Tex-Tex, Banda Bóstik, y Juan Hernández.
Posteriormente, el cierre de la década de los '90 da pie a la aparición de grupos que buscan conjuntamente la aceptación de una generación habituada a la estética de los videos musicales y, al mismo tiempo, la creación de una propuesta fresca y ecléctica. Grupos como Molotov, Ultrasónicas ó Lost Acapulco abanderan ahora un movimiento de rock mexicano que atraviesa una etapa de transición, buscando ganar la batalla por la dominación del mercado discográfico.
Ya en el 2000 se empezó a popularizar el happy punk y el emo, proveniente de Estados Unidos. Bandas como Diario en Llamas, Thermo, División Minúscula, Finde, Allison, Qbo, Elli Noise, Panda, Tolidos, Delux , Austin tv, etc., se empezaron a hacer más populares entre los jóvenes. El punk, que en México se consideraba un estilo propio de anarquistas, era ya un estilo de música diferente y con temáticas distintas

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